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martes, 1 de febrero de 2011

¿En Nayarit de quien somos rehenes?.

CONSTRUYAMOS JUNTOS UNA MEJOR SOCIEDAD.
¿En Nayarit de quien somos rehenes?
“O vivimos todos juntos como hermanos, o perecemos todos juntos como idiotas”.
                                                                                              Martin Luther King.
El año pasado tuve la oportunidad de sostener una conversación con personal de Seguridad Pública del municipio de Tepic, quienes me comentaron acerca de la indicación que tiene el personal de dicha corporación de hacerse presente en cualquier conflicto, una vez que este haya pasado, con la finalidad de no exponerse.
Lo anterior, de alguna manera coincide con otra plática que tuve también el pasado año, esta, con un comandante y miembros de la policía estatal, quienes manifestaron que en esta administración que encabeza Ney González Sánchez, cuando iniciaba y tendía a crecer la grave crisis de inseguridad que actualmente padecemos, les tenían prohibido intervenir, bajo el argumento de que esto sucedía a causa del narcotráfico por lo cual era competencia del gobierno federal el combatirlo, “ahora”, agregaron, “estamos incapacitados para contener la ola de violencia en que esto ha degenerado, estamos totalmente rebasados”.
Un integrante de mi familia recibió a mediados del 2010, una serie de llamadas telefónicas con el fin de extorsionarlo, lo acompañe ante un Director de la Procuraduría General de Justicia del Estado, quien se negó a dar entrada a la denuncia argumentando que esto era muy común en estos momentos y que no se podía hacer nada, recomendándole que dejara de contestar el teléfono y que procurara ausentarse unos días de la ciudad, para que esto se calmara, manifestando que los delincuentes quieren dinero rápido y que al no encontrarlo cambian de inmediato de víctima.
Hace unas semanas, un domingo por la mañana, el Procurador y ese mismo Director, en compañía de sus respectivas esposas, estuvieron en un pequeño negocio de la colonia Morelos de Tepic, degustando un menudo, eso sí rodeados de personal de seguridad.
El domicilio de otro miembro de mi familia fue visitado por miembros del Ejército Mexicano, en un operativo ejecutado debido a una denuncia ciudadana, la cual fue de inmediato atendida, se equivocaron de lugar debido a la duplicidad de números que existen en algunas calles de nuestra ciudad, al darse cuenta de su error, se enfilaron de inmediato al lugar correcto, mi pariente quedo gratamente sorprendido por el profesionalismo de nuestras fuerzas armadas, su efectividad y gentileza, se sobresaltaron pero no les incomodó la confusión, muy al contrario, les dio tranquilidad el saber que los ciudadanos contamos con alguien.
Esto me lleva a lo siguiente: no hay seguridad para que el ciudadano común pueda desempeñar con tranquilidad sus actividades productivas, para que sus familias estén protegidas, pero si para los gobernantes, los funcionarios y sus familias, quienes gozan de protección las 24 horas los siete días de la semana, es decir, aparte de pagar un salario a nuestros inútiles empleados, todavía costeamos su protección, el patrón queda expuesto y el empleado a cubierto, mejor vamos despidiéndolos, nos resulta más económico.
Falta y cometamos el error de darles otra oportunidad a todos ellos, para que nos sigan perjudicando.

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